sábado, 13 de diciembre de 2008

REPRODUCCIÓN SEXUAL

La reproducción sexual implica la participación de células reproductoras o gametos, que frecuentemente son producidos en los órganos sexuales o gónadas. Existen por tanto gónadas masculinas llamadas testículos y gónadas femeninas u ovarios. Los espermatozoides se desplazan en el seno de un líquido producido por el macho que recibe el nombre de esperma o semen; en muchos artrópodos los espermatozoides carecen de flagelos, por lo que son inmóviles; y por el contrario algunos gusanos tienen espermatozoides con dos flagelos.
Los óvulos son siempre células inmóviles de gran tamaño, debido a la acumulación de sustancias de reservas. La
producción de ovocitos disminuye a lo largo de la escala evolutiva animal; algunos ponen millones de óvulos cada año, mientras que otros no pasan de algunas docenas como máximo. En realidad esta diferencia es un mecanismo para compensar los riesgos de desaparición de los ejemplares recién nacidos y esta en relación inversa al cuidado de las crías por parte de progenitores. Si los padres protegen a la cría, en sus primeros estadios de vida la producción de huevos (ovocitos) será menor, comparada con los huevos que produce un progenitor que no cuide a sus crías.

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